lunes, 1 de agosto de 2011

José de San Martín: la etapa peruana (7.1)

El 8 de septiembre de 1820, el ejército al mando de San Martín desembarca en la playa de Paracas, próxima al puerto de Pisco, forzando la retirada del ejército realista, que no duda en trasladarse a la zona de Sierra.

El virrey Pezuela, jefe del ejército realista, tenía bajo su mando a unos 20.000 soldados, distribuidos a lo largo de todo el virreinato, de los cuales la mayor parte defendía Lima. Tratando de ganar tiempo para reunir a todos los soldados, Pezuela plantea una salida diplomática al conflicto, que finalmente no llegó a ningún acuerdo porque San Martín lo rechaza. Éste envía de inmediato hacia Lima una división al mando del general Juan Antonio Álvarez de Arenales, por la ruta de la sierra, buscando propiciar la sublevación de las poblaciones a lo largo del trayecto. San Martín sigue con la flota y en los primeros días de noviembre desembarca en la localidad de Huacho, donde inicia su estrategia para sitiar definitivamente Lima.

El 29 de enero de 1821, se sublevan altos oficiales realistas contra el virrey Pezuela, quien es derrocado y sustituido por el general José de La Serna, que será nombrado virrey del Perú por la corona. El nuevo virrey le propone a San Martín negociaciones diplomáticas, las cuales fracasan porque la propuesta definitiva del general era la independencia del Perú. El sitio de Lima se prolongó por algunos meses y en el mes de marzo arriba al Perú Manuel Abreu, enviado por el rey de España como emisario pacificador, sin aceptación por los independentistas. San Martín decide iniciar una nueva estrategia y envía dos ejércitos: uno al mando del general Guillermo Miller, para desembarcar en las costas del sur; y otra al mando del general Arenales, hacia la sierra.

San Martín deja Huacho y desembarca en Ancón, estrechando el cerco a Lima. Simultáneamente, inicia negociaciones de paz, que se realizan a fines de abril en la hacienda de Punchauca, cerca de Lima, mediante sus delegados y los del virrey. Las negociaciones fracasan. El alzamiento del regimiento realista Numancia, que estaba integrado por venezolanos a favor de la independencia, le abre las puertas de Lima a San Martín, obligando al general José de La Serna a abandonar la ciudad el 5 de julio e internarse en la sierra.

San Martín ocupa Lima y reúne al Cabildo Abierto el 15 de julio. El día 28, San Martín declara la independencia y es nombrado Protector del Perú con autoridad civil y militar. 

San Martín proclama la independencia del Perú

Ese mismo año funda la Biblioteca Nacional del Perú a la cual dona su colección personal de libros y crea la Orden del Sol, actualmente llamada Orden El Sol del Perú. Gobierna el Perú desde el 3 de agosto de 1821 hasta el 20 de septiembre de 1822.

Durante su protectorado recibe una carta del general Antonio José de Sucre, lugarteniente de Simón Bolívar, para la campaña en Ecuador en el que se le reclama el batallón Numancia, unidad formada en Venezuela en 1813 y enviada al Perú en 1816 por Pablo Morillo. Dicha unidad estaba compuesta de venezolanos y neogranadinos que pretendían volver a ColombiaSan Martín se niega a perder la eficiente unidad y en su lugar envía la división de Andrés de Santa Cruz, compuesta mayoritariamente por tropas inexpertas. Estas tropas participan en las batallas de Riobamba y Pichincha. Entre los días 26 y 27 de julio de 1822, se lleva a cabo la Entrevista de Guayaquil, donde se reúne con Bolívar para cederle la iniciativa y conducción de la campaña libertadora. Poco después decide retirarse de todos los cargos y volver a su país. A propósito, en una carta a Bolívar firmada en Lima el 10 de septiembre de 1822, manifestaba:


He convocado al Congreso para presentar ante él mi renuncia y retirarme a la vida privada con la satisfacción de haber puesto a la causa de la libertad toda la honradez de mi espíritu y la convicción de mi patriotismo. Dios, los hombres y la historia juzgarán mis actos públicos.



No sé qué piensa Dios, pero los hombres estuvimos, estamos y estaremos por siempre orgullosos de su patriotismo, queridísimo don José de San Martín.