domingo, 23 de octubre de 2016

EL RENACIMIENTO DE UN IMPERIO (EPISODIO #294)


Cuando regresamos no los encontramos. Ni rastros habían dejado. Aunque sea medio palo enterrado. Nada. Hasta la sombra se habían llevado, pero las cabras seguían posando en las deshojadas ramas del árbol. Como si esperaran un retrato. Para nuestro asombro el gran cabrón también se había trepado. Evidentemente se movía más rápido que un rayo. Vaya retorno: tanto el indio como el gato y el caballo se habían apartado, y eso me estaba desesperando.