jueves, 8 de diciembre de 2016

EL IMPERIO DEL SOL (EPISODIO #303)


¡Qué suceso más inverosímil!, el gran cabrón agachaba su cabeza como si se dejara acariciar. Parecía un corderito de Dios. Yo contemplaba sus cuernos y pensaba en Goya, el famoso pintor. Sus muestras de cariño reblandecían mi corazón de carbón. El cabrón del aquelarre era más bueno que Bambi. Muchas veces las apariencias nos llevan a juzgar. Ningún animal es amigo de Satán.