domingo, 13 de agosto de 2017

UNA BÚSQUEDA DESESPERADA (EPISODIO #387)


Mis piernas flaqueaban. El maldito temblor no cesaba. ¡No paraba! Ansiando la calma, cavilaba. La tierra se desprendía, desvergonzada, y me daba en la cara, como bofetadas. Pese a todo, la toleraba. No pensaba irme de esa cueva hasta encontrar a mi compañero de batalla. Lo necesitaba. Lo extrañaba. Pensaba. El cansancio ofuscaba, pero lo buscaba. El búho no se escuchaba. Repentinamente una explosión violenta me derribaba. Mis oídos zumbaban. Los labios, tocando la tierra, me sangraban. Lo menos deseado, finalmente pasaba: la estructura de la cueva cedía y me sepultaba.