lunes, 28 de agosto de 2017

UNA BÚSQUEDA DESESPERADA (EPISODIO #403)


El búho nos forzaba a correr como galgos. Sin embargo no le alcanzábamos. Volaba como un halcón, peregrinando. Para el bienestar de nuestros huesos, nunca tropezábamos. Curiosamente el suelo no era para nada accidentado. La cueva nos estaba dando una mano. Girábamos a la izquierda, corríamos por una larga galería para luego doblar en sentido contrario, como si una fiera hambrienta nos siguiera para embocarnos, y devorarnos. Urgía escapar de ese antro, y luego sacarme todo ese barro, además de comer y beber algo, que por supuesto no estuviera contaminado. Cuando estás al borde la muerte sacas fuerzas de cualquier lado.