sábado, 2 de diciembre de 2017

VIETNAM, DOS AMERICANOS Y LA LUZ DEL DEMONIO (4ta. parte)



Como dos pequeños pilluelos, cubiertos de hojas verdosas, loaban silenciosamente el alba. Charlie abatía de noche, y era un hecho que en pocos minutos se iba a la cama.
—Hagamos silencio —susurraba John, tieso como una planta.
—Hemos perdido a nuestros compañeros. ¿Dónde está Nixon? ¡Esta guerra es una farsa!
—Mantén la calma, y no hables en voz alta, que Charlie no se puso el pijama.