sábado, 17 de febrero de 2018

VIETNAM, DOS AMERICANOS Y LA LUZ DEL DEMONIO (15ta. parte)




— Eres un idiota.
— No tanto, nos usan para guiar el miembro de las fuerzas armadas. Vamos, preciosa, ¡baja el arma!
Inesperadamente Jane acataba. Si bien ya no apuntaba, no lo soltaba. John, en cambio, seguía en la cama, quieto como una iguana. La incertidumbre corría por sus venas pero demostraba calma. Un soldado americano debe fingir seguridad ante una dama armada.